No soy el que era, pero sé quien soy.

domingo, 24 de febrero de 2013

Esos ojos oscuros...





Erase una vez una dulce princesa, una princesa cuyo padre era el rey más poderoso de todos. Su padre era un gran caballero amante de las batallas y ella una niña que había seguido su ejemplo. Era alta delgada y morena. Se corría la voz de que todo aquel que la mirara fijamente a los ojos, quedaba prendado de su belleza. Sus ojos eran cálidos, cálidos y amables. La madre de la princesa, la reina, ayudaba al rey en todo lo que podía, y enseñaba a la princesa todos sus conocimientos. La princesa creció feliz en palacio, siempre rodeada de lujos y criados. No era caprichosa ni mimada, pero adoraba los buenos tratos.
Un día, un día cualquiera de verano, cuando ella tenía catorce años  se acercó a las caballerizas para montar a su caballo. Cuando llegó descubrió que había llegado a palacio un nuevo chico. Era un chico bajito, no más alto que ella, con el pelo castaño claro y ojos oscuros. Cuando iba a coger el caballo, el chico la preguntó:
-¿Es usted la princesa del lugar?
-Sí- respondió ella- Esa soy yo.
-Me han hablado de su belleza, de sus ojos y de su amabilidad.
Con una sonrisa contestó:
-Debo sentirme halagada... Gracias.
-Déjeme terminar princesa, me han hablado de su amabilidad, de su belleza y de sus ojos, pero no de usted. He venido de un lugar lejano para cuidar a los potros de una princesa amable de grandes ojos y alucinante belleza, mas no sé a quien he venido a servir, ¿Me haría el gran favor de decirme para quién trabajaré?
La princesa se sonrojó, pero no supo responderle. Con desdén le dijo:
-¿Quién eres tú para decirle eso a una princesa de mi categoría?- giró sobre sus talones e indignada se marchó hacia palacio de nuevo. Cuando había dado tres pasos en sentido contrario a las caballerizas el hombre la dijo:
-Como pensaba, la gran princesa de alucinante belleza y bonitos ojos no es más que eso, una imagen.
La chica tuvo ganas de darse la vuelta y despedirlo en ese momento, pero algo impidió que lo hiciera. Se marchó a sus aposentos. Su habitación era amplia, con una cama grande con muchos cojines y dosel. A su derecha tenía una  gran ventana desde donde se veía todo el bosque. A la izquierda de la cama estaba el gran armario donde guardaba todos sus vestidos y ropajes. A los pies de la cama había un pequeño tocador con un espejo enorme. Lo único que hizo al entrar fue cerrar la puerta con llave para impedir que nadie entrara y se quedó observando  sus posesiones.
Mientras observaba su habitación miles de preguntas le vinieron a la mente: ¿era eso lo que quería? ¿Tendría razón el chico de las caballerizas y no era nada más que una imagen? Miles de recuerdos abarrotaron su mente:
De niña nunca le había gustado ser princesa, prefería soltarse el pelo, coger la ropa de su hermano y salir a correr y a jugar al campo. Recordaba que antes montaba a caballo todos los días, montaba a Dream, a sueño, su caballo. De pequeña todas las noches se montaba en su caballo y volaba colina arriba por el bosque. Antes era feliz, antes no tenía que preocuparse de su peinado, de su forma de sentarse o de hablar.
Mientras todos estos pensamientos pasaban por su mente se peinaba su largo cabello negro azabache. Entonces no lo soportó más, tiro el peine y se asomo a la terraza, estaba tan solo vestida con un camisón muy fino, cuando abrió las ventanas un golpe de aire la golpeó, pero la hizo sentir libre, la hizo sentir por fin que volvía a ser ella. Corrió a la habitación de su hermano, y sigilosamente le cogió un par de botas de hombre, una de sus ropas y bajó las escalera con cuidado de no despertar a nadie. Cuando estaba ya en la parte de abajo del palacio marchó por la puerta de atrás directa a las caballerizas. Allí se encontró con Dream, le quito la silla y las cuerdas, quería sentirse libre. Cuando ya estaba Dream libre de toda atadura montó, y a pelo comenzó a galopar, a galopar como antes hacía.
“El pelo golpeándome la cara, el aire moviéndose a mi alrededor, el bosque. Noto los músculos de mi caballo debajo de mis piernas, noto esa sensación de velocidad, me siento volar, volar por encima de todas las nubes. Dream relincha, grita a la luna que es de nuevo libre, que vuelve a correr como antes hacía. Vuelvo a sentir lo que ya había olvidado”.
Cuando Dream se cansó de correr ambos se tumbaron al lado de un lago, y allí mirando las estrellas se quedaron dormidos.
Cuando comenzó a despuntar el alba ella abrió los ojos y vio a Dream a unos metros de distancia pastando, con las crines revueltas y ese aire despreocupado, no de caballo real, sino de caballo salvaje, de un ser libre. Tras muchos años, ella sonrió, sonrió y rió con ganas al verse libre: ya había tomado una decisión.
Marchó de vuelta al palacio corriendo como la noche anterior, nada más llegar las caballerizas le dijo a Dream al odio:
-Espérame aquí, en un rato vuelvo.
Cuando entró en el palacio aún no se habían percatado de su ausencia. Al pasar la puerta principal su madre ahogó un grito de indignación al verla tan sucia y con ropajes masculinos. Pero ella muy decidida se dirigió a su padre y, sin más preámbulos, le dijo:
-Papá, no seré heredera al trono porque mi hermano ascenderá a él, no seré más que la princesa de este reino y no viviré feliz entre estas cuatro paredes. Déjame, por favor, marcharme con mi caballo y mis pertenencias lejos de aquí, he descubierto mi felicidad, he descubierto que quiero ser libre, y es una cosa que en palacio no podré conseguir, por favor, déjame marchar.
La cara de todos os presentes era de asombro total, todos tenían una expresión de no entender nada, pero nadie habló, tras unos segundos el padre de la chica, no el rey del país, sino el padre de una chica cualquiera que quiere ser feliz, que quiere vivir su vida como a ella le apetece contestó.
Ya era casi de noche cuando la princesa terminó de recoger sus cosas. Todos sus familiares ya se habían despedido de ella y se habían marchado al pueblo para su paseo diario. Ya estaba dispuesta a marcharse cuando se le ocurrió ir a las caballerizas. ¿Quién se podría haber imaginado que tan solo un día atrás había sido tan cruel con ese chico? Quería agradecerle que la hubiera hecho abrir los ojos, la hubiera hecho volver a ser la chica que era.
Mas cuando llego a las caballerizas no se encontró a nadie, estaban vacías. Preguntó al ama de llaves que donde se encontraba el muchacho que había venido a trabajar nuevo en el palacio. Pero la repuesta fue:
-Princesa, creo que os equivocáis, desde hace mucho tiempo los caballos son cuidados por el viejo Joe, como ya sabréis. Ningún chico ha venido a cuidarlos, debe estar equivocada princesa.
Extrañada marchó a buscar a otros habitantes de palacio, mas todos respondieron lo mismo, ese muchacho debía no existir. Cuando caminó hacia las caballerizas una voz le hablo desde su interior:
“Veo que la princesa de gran belleza y con grandes ojos y enorme amabilidad es más que una imagen, ahora sí que veo que esa princesa es una persona real”
Tomó a Dream de las crines y le espoleó para comenzar su viaje.
A la luz de la luna caballo y chica eran el mismo ser, el mismo ser unido que se iba a un sitio mejor.  La princesa nunca supo si ese muchacho fue su imaginación, si existió de verdad, nunca supo si solo fue una visión que la hizo pensar o si era alguien que quería ayudarla. Nunca lo supo, pero siempre recordaría esos ojos oscuros, esos ojos tan profundos donde se había visto reflejada.
Siempre recordaría, por muchos años que pasaran, esos ojos que cambiaron su vida por completo.

jueves, 21 de febrero de 2013

Espera o actúa



Este sitio está lleno de noches sin arte, de abrazos vacíos, de mundos aparte...

"Arropada por el manto de la noche, arropada por la noche infinita, a la sombra de la luna, con todos esos detalles de mi vida, miro por última vez el horizonte de lo que una vez fue mi hogar. Debería estar feliz, debería estar sonriendo en vez de estar aquí, en vez de estar mirando lo que ha sido mi refugio por tantos años. Ahora mismo debería estar disfrutando de una fiesta, bailando sin parar, riéndome y saltando... Pero no puedo, sigo esperando." Una princesa de pelo rizado oscuro como el azabache, de ojos profundos y negros como el carbón. Una princesa de dientes blancos y labios rojos con tez morena y ojos rasgados. Una princesa valiente, una chica que nunca se rinde.... Esa es ella, pero hoy esa sonrisa que alegra a todo el palacio no ha aparecido, parece que alguien la ha robado. Tendría que estar ahora mismo disfrutando del baile, de ese baile que ha esperado por tanto tiempo... Pero no está en el salón de fiestas, está lejos, muy lejos de aquí, donde la luna la acoge en su seno, donde se siente abrazada. Es una chica valiente, fuerte y decidida. Ha pasado malos momentos en esta vida y buenos, como cualquier persona. Es una persona como otra, es un habitante más de Tersis, pero sigue esperando, sigue esperando un milagro que la haga ser feliz. He vivido con ella desde los tres años, hemos convivido juntos como hermanos, compartíamos secretos, juegos, hacíamos exploraciones a lugares inventados... Todo era perfecto, éramos felices en aquel entonces. Nunca me vio como algo más que un amigo, y yo nunca me planteé el hecho de querer ser algo más. Yo era un muchacho de la corte y ella una princesa, pero nos complementábamos  Yo llegue a la corte cuando aún era muy pequeño, ella me enseñó a escribir a leer y a comportarme. Yo a cambio la enseñé a luchar con la espada y el escudo, la enseñé a montar a caballo... Ella me enseñó lo que necesitaba y yo a ella lo poco que sabía. Los años pasaron y yo tenia mis quehaceres igual que ella su horario ajustado lleno de compromisos. Aunque nuestro tiempo juntos disminuyó, siempre encontrábamos un momento del día para vernos, para hablar de nuestras cosas y hacer tonterías. A ambos nos trataban como mayores, pero los dos seguíamos siendo un par de niños en un palacio lleno de personas con mentalidad seria, totalmente distinta a la nuestra. Años pasaban y cada vez nos veíamos menos, así que sacábamos jugo de todos esos pequeños momentos. Nos reuníamos todas las noches en el acantilado. Allí nadie nos veía ni oía, allí estábamos nosotros dos, nosotros dos como de verdad éramos, no como querían que fuésemos. Esa época era genial., todas esas escapadas al acantilado, todas esas noches en vela hablando con tu amiga. Todos esos secretos, eran los mejores. Pero ya crecimos, ya pasó demasiado tiempo y dejamos de hablar. Todas esas noches se fueron al garete, nuestra amistad desapareció. "He creado una coraza a mi alrededor, he hecho ver a los demás que soy una persona que no soy. He hecho que todos pensaran que era fuerte y valiente, que nunca lloraba y no sentía dolor, pero ahora mismo estoy tan destrozada por dentro y por fuera que es imposible fingir estar bien" La conozco bien, sé que nunca llora en publico, nunca muestra sus emociones y siempre hace ver a los demás que esta.bien, que todo sigue normal. Pero no es verdad: tras esa sonrisa de cada día se encuentra una tristeza tremenda, una carga que ha llevado y llevará siempre en su corazón: no es libre. No es libre de opinión ni se la valora. Vive en una sociedad en la que ella tan solo es una mujer, una mujer a la que hay que buscar un marido para que la dé un lugar donde vivir. Sé que no es como su madre y hermanas, ella no se preocupa sobre su pelo, su vestido o sus zapatos. Ella se preocupa por su sonrisa, por hacer ver a los demás que es feliz. No es como su padre que solo piensa en el negocio familiar y en cumplir la órdenes, ella las incumple para sentirse libre, es lo único que puede hacer para tener algo de libertad. Tampoco es uno de los guerreros de su ejercito, simplemente es la princesa del palacio donde vivo. Hoy se despide, se despide de todo porque se marcha lejos, se marcha a otro reino para celebrar su matrimonio con el rey de ese otro lugar. Un rey al que nunca ha visto y ni siquiera conoce. ¿Es feliz? Para nada, ahora lo que necesita es un abrazo, un abrazo y ánimos para seguir adelante. Necesita un amigo, un hombro donde apoyarse. No tiene que estar sola. "El baile ha comenzado y todos llevan vestidos vaporosos y voluminosos puestos, todos están contentos y comen y beben. Los invitados están preocupados por no despeinarse, por mantener sus joyas bien colocadas. Y luego estoy yo, con mi fino vestido anaranjado y mi pelo rizado suelto con flores en mi cabellera. Ahora no me siento lo suficientemente.bien como para seguir fingiendo divertirme. No lo pienso ni un segundo y salgo disimuladamente por la puerta trasera, por las cocinas. Ya fuera del salón corro a la puerta principal y salgo fuera. Miro hacia el cielo: hoy hay luna llena. Con todas mis fuerzas y mi rabia salgo corriendo, corriendo como hace mucho tiempo que no hacía. Oigo mi vestido rasgarse contra un tronco, pero nada me detiene. Sigo corriendo, las lágrimas de rabia traspasan mis mejillas, pero no paro. Los árboles del bosque pasan a una velocidad sorprendente a mi lado, giro la cabeza y veo el palacio haciéndose cada vez mas pequeño. Sigo corriendo. Seguramente será la última vez que podré hacerlo, así que continuo sin parar. Noto que mis pulmones piden aire, pero mis piernas necesitan continuar. Entonces llego al acantilado, y me freno. Tomo aire, respiro el aire fresco de allí arriba. Nunca he abandonado este lugar, todos los días lo he visitado... Pero ahora me siento sola, nadie me acompaña en este viaje. Ahora estoy yo contra el mundo, y necesito alguien que me ayude a continuar. Cruzo mis brazos en el pecho y comienzo a pensar. Mentalmente digo adiós a todo, a la luna, los árboles, al césped encima del cual tantas veces me he tumbado. Mientras hago esto las lágrimas no dejan de salir, por fin, tras tanto tiempo libero todo lo que había guardado. Entonces no lo aguanto mas y grito, grito para dejar toda mi furia, toda mi rabia contenida. Cuando termino de gritar, cuando me siento mas tranquila me tiro al suelo y me pongo a llorar, a llorar como una niña cuando pierde su muñeca. Pero esta vez no estoy sola." Ha huido del baile, ha salido corriendo, posiblemente una de las últimas veces que lo pueda hacer antes de casarse. Y yo salgo tras ella, esta noche no tiene que estar sola. Esta en el acantilado, esta mirando todo su alrededor. Se la ve tan bella con su sencillo vestido naranja rasgado, con su pelo suelto con flores en él. Toda su figura azotada por el viento, toda su vida reflejada en una imagen y un lugar. Entonces hecha su cabeza hacia atrás y grita. No es un grito malvado, sino un grito de alguien desesperado, alguien que no sabe que más puede hacer. Cuando deja de gritar cae al suelo, cae al suelo y deja su cascada de sentimientos fluir. Llora al saber que nada sera como antes, que el destino esta escrito y ella no ha podido cambiar el suyo. Me acerco a ella y la abrazo, la abrazo como hacía cuando todavía éramos un par de niños. "No estoy sola, él siempre ha estado ahí, siempre me ha ayudado a seguir adelante, y allí está, haciéndolo de nuevo. Cuando ya no me quedan lágrimas me retira el pelo de la cara y me mira a los ojos. Ya había olvidado esos ojos cálidos que siempre me habían acompañado. Tras mantener el contacto visual unos segundos me dice: "Recuerda que es de héroes sonreír cuando el corazón llora, que una persona valiente, aún con lágrimas en los ojos se las arregla para decir: estoy bien. Sé que no va a ser fácil, pero simplemente, recuérdalo. No te puedo acompañar en esta aventura, ahora tienes que continuar sola. Pero recuerda que siempre puedes esperar un milagro, puedes esperarlo o hacer tu propio futuro.
" Siempre le he tenido a mi lado y lo he dejado pasar. No es el momento para arrepentirme de lo que podría haber hecho, sino de pensar en el futuro. en esta aventura estoy sola. Tras una última mirada a la luna, a aquel sitio que fue mi hogar, me marcho a una vida nueva, a un lugar distinto y un futuro incierto."

jueves, 14 de febrero de 2013

Just the two of us



I have loved you for a thousand years, and I'll love you for a a thousand more.
"Cuando la luna cae, cuando el viento corre, cuando la sombra cubre suavemente las sonrisas, bajo el sol, en la calle, con el ruido, con la música, en silencio... hay un momento para la magia de las letras y la luz de las palabras... un momento sólo para los dos."
Porque todos esos momentos junto a ti me hacen sonreír, porque nadie más que tú me alegra cada día de esa forma. Por mis preocupaciones y por las tuyas. Por nuestras diferencias, por nuestra forma de pensar. Por todo eso te quiero decir, que estas dentro de mis pensamientos, y que nadie te va a poder sacar.
Cada vez que me hablas, cada vez que tú eres el que busca mi conversación… Por todas esas veces que haces que me sienta especial, por eso: te quiero.
Por cada vez que me haces derretir, por cuando me picas, por cada vez que me agarras de la cintura haciéndome caer a tus pies, por eso: Te quiero.
Porque eres quien me ayuda, porque estas para levantarme, por eso: Te quiero.
Por todo eso y mucho más, por todo lo dicho: te quiero.
Estoy pasando un mal momento, un momento en el que siento que ya no importo tanto para ti. Quiero que vuelvan esos momentos en los que descubrí que te quería, donde descubrí que de verdad me importabas, esos momentos en los que pensé que me querías, que me querías tanto como yo a ti. Cada vez que te veo, cada vez que hablamos soy feliz, soy feliz porque sé que estas ahí. Pero la espera a esos momentos donde nos reímos sin parar, la espera de cada día en el colegio… la espera, es muy dura.
Yo muy imaginativa, más en otro mundo que en este. Tu más realista, con ideas claras y conocimientos del mundo real.
Cada vez que pasamos más que un ratito juntos, cada vez que hacemos algo más que hablar. En todos esos momentos… soy feliz, todas las dudas que tenía se dispersan y hacen que me sienta bien, la única.
Cuando me quedo sola, sola con mis pensamientos... Es como esperar en la sala de espera del médico… nunca sabes si las vas a salir alegre o triste.
No expreso mis sentimientos, se disimularlos muy bien y lo estoy haciendo. En un momento explotare, en algún momento no aguantare mas… eres mi perdición. Por ahora todos mis pensamientos y dudas quedan en mi cabeza, quedan esperando a que alguien descubra que tras esa sonrisa construida estoy mal, estoy triste y necesito un poco de apoyo. En poco tiempo volveremos a estar  más que un ratito juntos… lo estoy esperando, estoy esperando otro de esos momentos donde la sonrisa que aparece en mi cara es verdadera, donde de verdad me rio con ganas.
Ojalá en algún momento, todo esto sea una simple tontería  ojalá en algún momento esto no será más que el pasado…
Ojalá, en el futuro, te cuente esto con una sonrisa porque tan solo es un recuerdo olvidado…

Algo mas allá de la apariencia


La apariencia de una persona puede darte muchas pistas sobre como es, puedes imaginarte su vida a partir de lo poco que ves de ella. Puedes ir a una calle muy transitada, ir al centro de tu ciudad o tan solo salir a la calle. Cada cara, cada forma de caminar, cada mirada, oculta algo, oculta toda una vida.
En el colegio, ese chico con el que no has cruzado palabra nunca y te parece un creído por su forma de hablar, vestir o comportarse, quizás sea el tío más romántico que existe. La niña de infantil que viste llorando, aquella que te pareció una niñata por la rabieta que tenia a lo mejor estaba llorando porque había perdido su muñeca. Todas las personas esconden una historia:
Una chica, una simple adolescente de 14 o 15 años de un colegio concertado. Una chica vestida siempre de uniforme y con una gran sonrisa en la cara. Por su sonrisa de cada día puedes pensar: debe tener gente que la quiere, debe tener un gran apoyo en el colegio donde está. O: es muy risueña, sonríe todo el rato, hace bromas… de una sonrisa se pueden sacar muchas conclusiones.
Siempre tiene el iPod en la mano y los auriculares puestos. Le debe gustar la música, quizás pertenece a algún fandom, o le encanta un cantante en concreto. A lo mejor escucha música simplemente para distraerse, o quizás para recordar buenos momentos.
Cuando se sienta en uno de los asientos del bus teclea en su móvil siempre, debe hablar con alguien… ¿Sus amigas? Puede que hable con su madre diciendo que ha llegado al bus. Puede que tan solo se meta en twitter y escriba algún que otro tweet sobre su día.
A veces lleva coleta, a veces el pelo recogido. Esto no nos lleva a muchas conclusiones…
Detrás de esta chica, detrás de su apariencia formal se esconden muchos secretos, muchas cosas de su vida personal que nadie adivinaría.
Quien iba a pensar que esta chica sonreía debido a sus tonterías del día, debido a sus bromas, debido a sus fotos, videos, momentos y canciones tan especiales… quien iba a adivinar que tras ella se encontrarían cuatro chicas, cuatro chicas locas que eran como hermanas.
Quien iba a pensar que cada vez que tecleaba en el móvil era a ellas, las contaba todo lo que había ocurrido en los dos minutos que habían estado separadas.
Quien iba a pensar que pertenecía a distintos fandoms, que muchos cantantes la hacían sonreír cada día, la hacían pensar y reír. Quien podría pensar en algún momento que esta chica era feliz, había conseguido entradas para ver a sus  ídolos, unos cantantes ingleses,  irlandeses y españoles que la arrancaban una sonrisa siempre.
Quien iba a pensar que esa chica todos los días al subirse en el bus busca con la mirada a un chico, un chico misterioso que la hace feliz. Un  chico con el que no ha cruzado más de dos frases. Pero cada vez que llega al bus y en la parada correspondiente lo ve, cada vez que el está ahí, su sonrisa se hace más grande y teclea en el móvil con más rapidez contándoselo a sus amigas. Sabe en qué parada se baja, cuántos hermanos tiene, a qué colegio va, que autobús suele coger, donde vive…  Quién iba a pensar que ella, con sus cascos y sonrisa estaba pasando por un mal momento, un momento en el que se daba cuenta que él no la quería, que ni siquiera ella había hablado con el mucho más que en dos ocasiones… quien iba a pensar que esta chica alegre nunca perdía la esperanza. Todos los días en todas las ocasiones que entraba al bus, buscaba con la mirada a su chico. Si un día no estaba, su mirada se apagaba, pero tan solo por un momento, porque sabía que al día siguiente quizás fuera con ella en el bus. Quien iba a pensar todas estas cosas con la simple apariencia de una persona.
Quien iba a pensar todo eso, todo eso de la chica con la que compartes asiento, esa que te da la hora siempre que se la pides y que te sonríe cada vez que la hablas. Quien iba a imaginarse todo eso, todo por una cara… nadie, nadie lo haría.
Todos guardamos una historia, una vida distinta a la que parece que tenemos a primera vista… Siempre.

sábado, 9 de febrero de 2013

Esta soy yo


Esta soy yo

Hola, sí, soy yo, ¿Quién sino? Soy aquella chica a la que todos los días llamabas, esa chica que besabas y decías que la querías, ¿esa misma? Soy yo. Esa a la que dabas las buenas noches y los buenos días. A la que cada vez que veía “ escribiendo…” en el whatsapp se le hacía un nudo en el corazón. Aquella a la que cada vez que mirabas a los ojos hacías feliz, esa soy yo: la morena de ojos claros a la que susurrabas al oído que era la única en el mundo para ti, y ahora, ya la has olvidado.
Has olvidado esos momentos que viviste con ella, esos besos y caricias tan intensos que parecían imposibles de alcanzar. Esas palabras que parece ser que se las llevo el viento junto contigo y con el corazón de aquella chica hecho pedazos. Y ahora una lágrima cae sobre mi mejilla al darme cuenta que no volverás, al saber que ese amor tan profundo nunca se repetirá y esos abrazos nunca llegaran.
¿Esa chica? Soy yo.

jueves, 7 de febrero de 2013

Por culpa del destino



Hay veces que no sabes expresarte con palabras y quizás necesites muestras de afecto para decirle a alguien que le quieres. Otras veces basta con un “te quiero” para demostrárselo o un simple “buenas noches”. Esas veces en las que esperas impaciente su whatsapp y cuando te responde te da un vuelco al corazón, simplemente por haberlo hecho.
Esa sensación de estar muerta de nervios por verle la cara a la salida, 30 segundos y reflexionar sobre si el también estará como tú.
Pensar cada segundo en esa persona, dormirte con los ojos abiertos imaginándote un sinfín de aventuras junto a él. Cuando por fin te despiertas te das cuenta de que todo era un sueño. Ojala se cumpliese… quizás lo haga, quien sabe. Por probar no se pierde nada, pero… Pensando en eso te cuestionas mil cosas que te echan para atrás.
¿El destino está escrito? ¿Está todo programado? Ni idea, quizás el destino quiere que estemos juntos. Hay muchos caminos por elegir, el destino es quien decide si ponerte en su mismo camino...
Quizás el destino te impide estar a su lado…

miércoles, 6 de febrero de 2013

Cartas Entrelazadas

Pues ahi se quedo sentada en su cama sin explicaciones y sin ninguna respuesta que le guste oir, ahi, sentada en su cama escuchando a uno de sus grupos de musica favoritos sufriendo, pensando, sin saber que hacer, ella no sabia como dar el primer paso, pero si el tampoco lo hacia no habia ninguna solucion, esa relacion nunca tendria su principio ni su fin... Pero ella sabia que no todo seria triste, que algo ocurriria que la cambiaria la vida. Ahora mismo tenia a sus amigas, tenia mucho, ella queria algo mas, pero no tenia prisa... Ya llegaria. Desconecto el IPod y comenzo a hablar con ellas de sus problemas. Todas estaban de acuerdo, estar enamorada mola... Pero mas aun cuando tienes que luchar por aquel al que quieres