No soy el que era, pero sé quien soy.

martes, 22 de enero de 2013

Going back to the time...



Esta mañana he cogido el móvil, he abierto el whatsapp y he comenzado a borrar conversaciones antiguas. Algunas las he leído para recordar, otras para volver a sonreír como antes hacía. Otras las borraba sin más, sin ni siquiera mirarlas. Hay recuerdos que no quiero que vuelvan a mi mente. Y he visto, entre todos esos recuerdos, tu nombre.
Nunca borre nuestras conversaciones, y lo había olvidado. He dudado sobre abrirlas o no. Abrirlas y recordar todo, o no abrirlas y dejar en el olvido todo lo que ocurrió. Llevo tiempo queriendo olvidar, pero nunca se hace por completo, todas las personas que han estado en tu vida te han dejado algo en ti… algo imposible de destruir.
Las he abierto sin pensar, y he buscado lo primero que me dijiste. He comenzado a leer y los recuerdos han pasado por mi mente claramente, todo está grabado en mi cerebro, todo sigue ahí, y no lo puedo olvidar.
Apareciste en mi vida de improvisto, de la noche a la mañana. Nunca pensé que iba a echar de menos el primer “hola” que te dije…
He continuado leyendo y muchas escenas han venido a mis ojos, tu sonrisa, tus perfectos ojos oscuros…  Esas grandes vacaciones donde me di cuenta de que te quería, pero no como a un amigo, como a algo más. Todos esos momentos en los que he pensado que te importaba, que te importaba mucho.
Al principio pensaba que podía existir un nosotros, no tan solo como amigos. Me trataste como nadie lo hacía, me hiciste creer que era yo. Y he vuelto a descubrir el dolor que sentí cuando me di cuenta de que no era yo, era ella. Ella era la chica a la que querías.
En esos momentos éramos pequeños y mi cerebro estaba ocupado solo por ti. Cada frase que me decías me volvía loca, cada una de nuestras tonterías, nuestros abrazos, nuestras conversaciones por la noche, nuestras risas…
Y he recordado el momento en el que pensé que estuviste a punto de besarme, ese momento en el que yo estaba pensando en otra cosa y te aparté… nunca he sabido si ese beso hubiera existido, pero siempre he creído que sí.
He releído cada frase que significo algo más para mi que un simple mensaje.
Todos esos momentos estaban grabados, ahí, en un móvil que nunca pensé que recordaría más que yo.
Todo por no decir lo que sentía, todo por esperar al momento adecuado… dejaste huella en mi vida, una marca difícil de borrar.
¿Por qué dejaríamos de ser amigos? Nadie la cagó, así que: ¿por qué?
Ya iba llegando al final, llevaba más de dos horas recordando, mirando fotos que nos mandábamos y canciones. Mientras leía, las conversaciones fuera del whatsapp pasaban por mi mente... momentos únicos imposibles de olvidar.
Llegue a la última línea, un mensaje sin responder: Buenas noches. Eso fue lo último que supe de ti.
Antes de nada cerré los ojos y permití la cascada de sentimientos que se hallaba encerrada en mi interior, salir. Todos los sentimientos, pensamientos e imágenes se liberaron. Le di al botón de atrás y presione el botón “eliminar conversaciones”.
Apareció un mensaje: ¿estás seguro de querer eliminar estos mensajes?
¿Estaba dispuesta a olvidar todo? No lo estaba, pero mi decisión era firme: Empezaría una nueva vida, volvería a sonreír como antes. No es fácil, pero no he dicho que lo sea.
Lentamente he presionado el botón “si”. Lentamente he destruido todo lo que me quedaba de ti… a veces es mejor empezar de cero. Lentamente una lágrima ha surcado mi mejilla.
Y totalmente de golpe te he eliminado de mi vida, aunque sé que nunca desaparecerás por completo… Nunca...


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