No soy el que era, pero sé quien soy.

viernes, 7 de diciembre de 2012

El tormento


Me doy la vuelta, no está. Algo me toca el hombro, me giro, nada. No sé qué es esto, pero se ríe, se ríe de mí. Me tira del pelo, intento gritar. La voz no me sale, la busco en mi interior, no la encuentro. Voy a coger un vaso de agua y se desvanece entre mis manos, veo cosas que no son. Me caigo. Suplico, pero nada hace que esto pare. Me vuelvo a girar, no está ahí, noto su aliento en mi frente. Me intento deshacer de él, mi brazo no responde.

Te toco en hombro, te giras, estoy jugando contigo, por más vueltas que des no me encontraras. Te cojo un mechón de pelo. Intentas gritar, pero tu voz la tengo yo, te hago ver cosas que no son, te tiro al suelo, te inmovilizo el brazo, iré así hasta acabar con tu cuerpo. Tiemblas, me intentas sacar de tu cuerpo, no lo consigues. De repente una mañana algo me debilita, no me lo creo, me ha vencido. Al cabo de unos días me matas, pero no creas que esto sea el final, volveré,

Al cabo de unos meses volví,  más fuerte que nunca, te hago sufrir algo que no desearías ni para tu peor enemigo. Te retuerzo, por dentro y por fuera, solo te responde el cerebro: no oyes, no ves, no respiras, no sientes, solamente estas viva porque quiero retorcerte aun más. Tu tormento continúa durante días. Poco a poco te vas debilitando, tu cuerpo solo me tiene terror, te da igual todo, solo quieres que esto termine. Pero yo no, me alimento de tus miedos, ye hago soñar que estas bien, pero no lo estas.
Sufres tanto que te abrazas a la muerte, como si ella te pudiera salvar. Pero me he alimentado de ti, de tu miedo, de tu dolor. Ahora soy más fuerte que nunca, nada  me impedirá seguir mi  tortura a otros, otros que pensaban que con matarme era suficiente... Pronto gobernare el mundo. ¿Qué quién soy? Estoy cerca de ti, recuerda que con matarme no es suficiente. Solo recuérdalo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario