No soy el que era, pero sé quien soy.

sábado, 1 de diciembre de 2012

Nosotros...


Yo soy distinta, no soy como tu. He vivido miles de años escondida, nunca me verías si no te dejara yo. No tengo sentimientos, no debo cumplir ninguna necesidad. Soy distinta, la gente dice que mi raza hace cosas alucinantes, que te mataría con solo mirarte, que te desharías en cenizas si te tocara. Dicen cosas horribles y bonitas, que hacemos milagros, que somos bondadosos. La verdad es que la mente humana solo llega a alcanzar estos términos, nosotros no, nosotros llegamos a mucho mas. Podemos ser bondadosos si queremos, podemos mataros a todos con solo imaginarlo, podríamos hacer tantas cosas que os quedaríais sorprendidos de nuestro poder. Somos numerosos, somos incontables, hay tantos de nosotros en este planeta que perderíais la cuenta infinitas veces antes de contarnos a todos. Estamos en constante movimiento, pero, cuando nos encaprichamos de una persona, para esta, es su fin.


Algo raro ocurre en mi casa, mi móvil llama a personas cuando está  apagado, las luces se apagan, tecleo frases que no estoy escribiendo. Me llaman por mi nombre. Estoy perdido, algo hay a mi alrededor, algo que me está volviendo loco. No sé que es, me está llamando, me giro, y solo me veo a mi mismo en el espejo, tal vez sea eso, tal vez sea yo mismo el causante de estas alucinaciones…


Cuando nos encaprichamos de alguien  no lo dejamos hasta terminar con él: hasta volverlo loco, hasta matarlo, hasta hacerlo desaparecer. No podemos enamorarnos, ya que carecemos de sentimientos, pero si nos sentimos atados a alguien, le perseguimos por siempre. Los humanos nos buscan, no saben que estamos a su alrededor. Creen en los milagros, no saben que somos nosotros. Es raro que hagamos alguna buena obra, pero, cuando se da el caso os maravilláis. Me asombra esa imaginación que tenéis, ese afán de agarraros a lo poco que poseéis.


Hoy he sacado una buena nota en el examen de inglés, no me lo sabía. Creo que la sombra que me persigue no es tan mala, solo pretende ayudar. Eso creo. No estoy seguro de nada. Mi cabeza no está donde debe de estar, me despisto continuamente, veo cosas que se mueven por todas partes. Creo que todo está en mí, creo que es esa inseguridad por decir lo que pienso. Si, debe ser eso… tengo que remediarlo. Me está volviendo loco


Dentro de nuestra raza cada uno es especial. Unos hacen el bien, otros poseen hombres, otros se divierten con los humanos. Cada uno elige, yo, he decidido hace tiempo, os haré la vida imposible.
No sé cómo remediar este mal. Los profesores me notan distinto, yo me noto distinto, esto no es normal. He gritado con tal de ahuyentar al monstruo, no sirve. He hecho todo lo que he podido para alejarlo de mí. Nada vale, esto que me persigue comienza a asustarme. Hay momentos en los que no sé si soy yo o soy otra persona. No tengo fuerza ya ni para escribir esto. Mientras que lo estoy escribiendo noto como me tocan en la espalda. He decidido ignorarlo, yal vez este todo dentro de mi mente... Tal vez si me encierro en mi  mismo consigo vencerlo… tal vez…


Leemos  vuestra mente, la llenamos de ideas sin sentido con las que creéis poder vencernos. Mas no es posible. Nunca nos venceréis, os dominaremos hasta que penséis igual que nosotros, y, cuando de pronto descubráis quienes somos, que tipo de seres habitan en vuestro mundo, desaparecereis de la faz de la tierra, desapareceis del universo. Somos inmortales, así que estáis destinados a sufrir los males que nosotros deseamos que sufráis. Si queremos que muráis todos, lo haréis, si queremos que enloquezcáis, viviréis en manicomios. Nos obedeceréis hasta el fin de los tiempos, donde todos vosotros os iréis a otro mundo donde no seréis conscientes de que vivís, y nosotros os observaremos, veremos cómo os habéis echado a perder: sois los seres más tontos del mundo, de este mundo. Destruís vuestro planeta, lo destruís hasta que este queda inhabitable hasta que os quedáis en un continuo y perpetuo coma. Conocemos más cosas que vosotros, los misterios que tanto ansiáis resolver. Todo aquello que queráis preguntar, todo eso y más, lo sabemos.


No lo soporto, no consigo vencerle, se alimenta de mis miedos, se alimenta de mi terror a la bestia que me persigue…


Habláis de ilusionistas, magos, poderes. Habláis de nosotros. No sabemos de dónde venimos, ni cuando aparecimos. Solo sabemos que existimos desde siempre, y vivimos para vosotros, los humanos. Somos inmortales, podemos malgastar el tiempo. Cada uno elige. Antes poseía a gente hasta llevarla a la felicidad, mas me canse, me canse de llevarles a una felicidad que nunca tendría. Es triste, sí, pero es vuestro fin. Me cansé, y decidí que matar era mejor, que reírme de unos seres tan insulsos como vosotros era mejor, y no me arrepiento.


Ayer me dijo algo, me dijo que si sé que era lo que tenía. Ese algo que me persigue me habló, me pregunto si sabía quién era él. La respuesta fue una risa cruel. Hasta esto me parece normal, ya nada me sorprende. Me he vuelto frío, me he vuelto distante. Ya nada me importa, nada. Tengo vacios en mi mente donde no recuerdo que he hecho, he ido a psicólogos y me han dicho que todo está en mí, pero yo sé que no, que algo se ha encaprichado de mí.


Hace unos meses me encapriche de un chico, un chico normal y corriente. Al principio solo le di pequeños sustos, después le hice creer que era bueno. Le mareé, le hice dudar de todo. Ahora juego con su mente, con su personalidad. Nunca nadie me había divertido tanto. Cree poder vencerme, cree en lo imposible. Le he preguntado si sabía quién era yo, me ha respondido que sí, que era una pesadilla que con el tiempo pasaría. Pequeño inútil. Esto no he terminado, jugaré un poco más contigo, un poco más, hasta que te rindas.


Desde el día en el que la bestia me habló poco a poco he vuelto a ser yo. Otra vez, por fin. Llevo dos meses siendo normal otra vez, He conseguido mantener una relación normal conesa chica de la que me enamoré hace tiempo. Desde siempre hemos sido buenos amigos, ahora hemos avanzado un paso y estamos saliendo juntos. Mi vida vuelve a ser feliz.


Te crees que por fin te abandoné, pero como he dicho: lo crees, no es verdad. ¿Qué mayor forma de torturarte que manipular tu entorno, a las personas a las que tienes aprecio?


En media hora llegará a casa. Vamos a comer juntos y luego nos iremos al cine a ver una película. Una tarde perfecta. La puerta acaba de sonar, está aquí ya. Está tan guapa como siempre. Nada más abrir entra rápidamente y cierra la puerta. Me pega a la pared y comienza a besarme incontroladamente. De pronto para, sonríe, y veo que no es ella, le brillan los ojos. Los tiene, azulados. Intento deshacerme de ella pero no consigo moverla ni un milímetro. Acerca sus labios a mi oído y me dice, con una voz que no es la suya, una voz que ya he oído, una voz que lo último que dijo fue: ¿sabes qué soy?,  me dice: ¿me echabas de menos? Mi cuerpo se convulsionó de golpe y todo se volvió negro.


Quien iba a sospechar de ella, esa chica de la que tanto te has enamorado. Inútil… ahora te torturare, hasta el final.


Acaba de volver la luz, de pronto veo. Lo primero que veo son esos ojos azules, esos ojos de hielo, fríos y perversos. Estoy en la cocina, tengo algo entre mis manos: un cuchillo. Miro a mi alrededor y lo que me encuentro es horrible. Ella está tirada en el suelo, bañada en sangre por todas partes, con cortes por todo su cuerpo. Suelto el cuchillo de golpe. Empiezo a correr a mi habitación, pero en el camino me encuentro una nota en la pared, está escrito en rojo. La nota dice: ¿Me echabas de menos? Intento no admitir la realidad, no puede ser, es un sueño, solo un sueño. Me dirijo al baño y me lavo la cara. Al levantar la cabeza me miro al espejo, mis ojos me sonríen, mis ojos, son de color azul ahora.


Has matado a la persona más querida, te has negado a la evidencia. Pero no me has respondido: ¿Me echabas de menos?


Llevo dos semanas viendo la misma frase por todas partes: ¿me echabas de menos? He gritado no, he suplicado de rodillas. Solo me falta una opción, decidle a la muerte que me lleve consigo.


Piensas en todo, en el suicidio, en matarte a ti mismo, en dejar de comer, en no dormir. Pero no te dejare morir hasta que haya concluido mi tarea.


Me acabo de despertar de otros de mis vacios mentales y me he encontrado con una nota entre mis manos, decía así: pon las noticias a las 21:00, si no lo haces tú, lo haré yo. Son ya las nueve y la tele está encendida. Un matrimonio desaparece sin dejar rastro de su trabajo. Estos dos trabajadores  de la empresa conocida como Ultimatum desaparecen de sus oficinas dejando solo una nota tras ellos. El secretario de cada uno encontró las notas, tan solo escribieron una frase cada uno, una frase sin sentido: ¿me echabas de menos? apago la tele horrorizado y corro a la habitación de mis padres. Se encuentran los dos tirados encima de la cama. Sin rastros de sangre, pero con cortaduras por todo su cuerpo. No respiran, su corazón no late.


Te has dado cuenta del efecto que una frase podía hacer sobre ti, una sola frase. Te ha hecho enloquecer completamente.


Corro al puente más cercano, las lágrimas corren por mis mejillas, mas mi cara está seca. Sin pensarlo dos veces corro y me lanzo, me lanzo de golpe, sin pensarlo. Cierro los ojos, pero el  impacto final no llega. Los abro y me encuentro en mi habitación, normal y corriente. Llaman a mi puerta y, sin esperar mi respuesta la puerta se abre sola y una neblina aparece en mi cuarto. Me dice:


He impedido que te mates, he echado tu vida a perder, te he quitado lo que más querías. No te queda nada, pero voy a seguir torturando, un poco más, te voy a permitir que me veas, eres el primero al que se lo permito, te voy a permitir saber qué es lo que te ha atormentado durante dos años. Pero, primero te torturare un poco más.
No sabes qué soy, no sabes por qué te torturo, no sabes qué es lo que quiero hacer contigo, no sabes nada de mí pero me temes. Ya te he dicho todo lo que necesitas saber, te has dado cuenta de que una frase te afecta, que con solo una frase has querido acabar con tu vida. Te has dado cuenta de que no soy solo una enfermedad, que soy un virus, una lapa que te persigue. Pues bien, ya he terminado contigo, me he cansado. Estoy agotada de hacerte sufrir, me ha divertido como nunca. Y por eso, te voy a conceder el gran honor de verme, vas a poder ver los ojos que te han perseguido durante dos años, vas a ver tu problema. Te preguntaras: ¿y después? ¿Qué pasará conmigo? Pues te encerraré dentro de ti mismo, te dejare en la peor prisión del mundo conocido, tu propia soledad. No vivirás, no respiraras, solo serás consciente de que sigues existiendo, por toda la eternidad.


Mientras pronuncio todas esas palabras veo todas tus reacciones, tus ojos se abren de par en par y tu corazón se acelera. Ya va siendo hora de que me veas.
Mientras me dice todo eso, mientras me doy cuenta de todo lo que he tenido tras de mi durante este tiempo veo que una figura se va transformando, y comienzo a ver, sus ojos, azules como el mar, fríos como el hielo, su cabeza, su cuerpo… y, el mundo se para, dejo de ver, pero puedo pensar, dejo de oír pero noto su risa dentro de mi cabeza. Mi eternidad, ha comenzado


Ya está, me ha visto, tendrá todo el tiempo del mundo para pensar en lo último que ha visto.
Y ahora a ti, si, tú, que has leído toda esta historia sintiéndote identificado, sintiendo que es real, lo es. Ahora mismo hasta oyes el tic-tac de tu reloj, ahora mismo… ahora mismo escuchas todos los ruidos de la casa mucho más claros. Sí, conoces a una chica que se hizo novia de su mejor amigo. Conoces a esa chica que desapareció de tu vida por completo, perdiste el contacto, te olvidaste de ella. Pues ya sabes la verdad, lo que ocurrió. Te estás dando cuenta de todas esas veces que has dicho: ha sido una ráfaga de viento. Ingenua… Ahora notas una presencia en tu habitación, no sé si seré yo, pero es uno de nosotros, te han fichado, tú, eres la siguiente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario